La Provincia hará controles para detectar presencia de arsénico en el agua potable

Si bien los últimos estudios realizados en Pergamino arrojaron buenos resultados en cuanto a la composición del agua que se consume en la ciudad, el fuerte reclamo en algunas ciudades de esta región bonaerense por niveles de arsénico existente hizo que se confirmará la puesta en marcha de un relevamiento por parte de la Provincia para conocer datos certeros sobre el estado de situación.

Esta iniciativa presentada en la Cámara de Diputados bonaerense es a raíz de la cantidad de arsénico en el agua utilizada para consumo dado que con los resultados obtenidos se espera poder lograr las alternativas de tratamiento más convenientes para cada caso de manera de cumplir con la normativa vigente.

“De acuerdo a lo que sabemos en el Municipio, dicho relevamiento deberá realizarse tanto en las localidades que cuenten con un sistema de distribución de agua por red como en aquellas ciudades y asentamientos rurales que no cuenten con el mismo”, señaló Daniel Freggiaro, responsable de Obras Sanitarias en Pergamino. 

“Además se deberán tener en cuenta los estudios, investigaciones y las alternativas de tratamientos de saneamiento del agua efectuados por las universidades nacionales con asiento en la provincia, la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) e institutos de investigación públicos”, señaló el funcionario recordando que “recientemente la Municipalidad presentó la tarea desarrollada en las perforaciones que se utilizan para volcar agua a la red central que abastece a la población”.

Verificaciones 

“El  Organismo de Control de Agua de Buenos Aires (Ocaba) entregó a la Comuna los datos del primer semestre; en este informe resalta que la calidad del agua de red central y en la planta depuradora son buenos; a su vez tenemos idéntico concepto tanto en la obtención de los pozos como en la distribución, que es una mezcla de las distintas perforaciones”, se remarcó en un informe que recibió LA OPINION.

Particularmente la provincia de Buenos Aires cuenta con regiones que están seriamente afectadas; en este sentido se consideró importante que “los intendentes faciliten a las universidades nacionales que cuentan con investigadores que trabajan el tema la realización de diversos análisis del agua de sus distritos con el objetivo de contribuir a conocer en profundidad la calidad de agua que toman nuestros vecinos”, explicaron en Diputados al haberse aprobado este proyecto que presentó legislador socialista Alfredo Lazzeretti. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como límite máximo permitido de arsénico para consumo humano el valor guía provisional de 0,01 miligramos por litro; a su vez  el Código Alimentario Argentino en 2007 estableció un plazo de límite de cinco años para su adecuación, aunque transcurrido ese plazo, se prorrogó el mismo por otros cinco años. Dicho proyecto se encuentra inconcluso y actualmente no se tienen datos sobre niveles de arsénico en la mayor parte del territorio bonaerense; “esto nos pone el acento en mantener la vigilancia sobre los niveles de arsénico dado que son los que siempre preocupan, y no porque estemos excedidos, sino porque estamos cerca del límite”, se comunicó. 

Por otro lado, la legislación provincial Nº 11.820 establece el marco regulatorio de la prestación de agua potable y, en uno de sus anexos, indica en 0,05 miligramos por litro el límite tolerable para el arsénico en este recursos en la red; en relación a esto cabe decir que se encuentra por encima de los límites fijados por la legislación nacional.

En la región

Muchas ciudades están por encima de los niveles que establece la OMS y en algunos casos hasta superan el parámetro provincial; en este sentido cabe señalar la situación que atraviesan localidades como Las Flores, Junín, Lincoln, 9 de Julio, y Pehuajó; entre otras. Estos distritos arrastran desde hace tiempo la problemática y ante el aumento de la tarifa que estudia Aguas Bonaerenses S.A. (Absa) para varios partidos, los reclamos comenzaron a hacerse escuchar tanto en concejos deliberantes como en asociaciones de consumidores.