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El Colegio de Asistentes Sociales y/o Trabajadores Sociales de la provincia de Buenos Aires se creó como una institución con carácter de persona de Derecho Público, no estatal.
La Ley Nº 10.751 sancionada por la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, en La Plata, el 29 de diciembre de 1988 y promulgada por el Poder Ejecutivo Bonaerense, a través del Decreto Nº 124 del 23 de enero de 1989 y sus modificatorias Ley Nº 10.920 y Ley Nº 11.855, regulan el ejercicio de la profesión de Asistente Social y Trabajador Social en el ámbito de la provincia.
El Colegio de Asistentes Sociales y Trabajadores Sociales de la provincia de Buenos Aires, es un único colegio, descentralizado en cada Departamento Judicial de la provincia, en donde funciona un Colegio Provincial Distrital que lleva su nombre.
Se puede decir que los colegios profesionales de Ley son aquellas instituciones públicas, no estatales, creadas por el Estado a través de una ley, que reconoce un hecho social al que se le da un marco regulatorio, mediante una descentralización administrativa. Esta norma delega en el propio cuerpo profesional, actividades privativas del Estado, que se reserva el derecho de contralor superior.
Estas instituciones públicas, son corporaciones conformadas por una colectividad de personas que ejercen una profesión o actividad determinada, con el propósito de ejercer el contralor del ejercicio profesional, a fin de que este sea eficaz para preservar el bien común en el territorio establecido por la ley que le da origen. Es un Colegio único con asiento en La Plata y está organizado sobre la base de los Colegios de Distrito.
En el marco de esta doble conmemoración, ya que el 10 de este mes se festejó el Día del Trabajador Social y este año se cumplen los 25 de la creación del Colegio Profesional, María Laura Godoy Cufré, presidenta del Colegio Distrital, expresó en un breve diálogo con LA OPINION: “Los trabajadores sociales debemos sentirnos, más que nunca, orgullosos de los logros que hemos obtenido durante estos 25 años. Se transitó un camino que no se presentó fácil, pero que con voluntad, trabajo, dedicación y muchas ganas se fue recorriendo convencidos de que era el camino correcto. Sumado a todo esto contamos también con un anteproyecto de Ley Federal de Trabajo Social que deviene de una larga lucha que vienen llevando a cabo los Trabajadores Sociales del país, desde mediados de la década del 60, con el fin de lograr que esta Ley establezca para todo el territorio nacional el marco general y las condiciones en lo que hace a formación, competencias, derechos y obligaciones para el ejercicio profesional, sin perjuicio de la aplicación de las leyes provinciales en todo lo que hace a la matriculación, fiscalización y control del ejercicio profesional por parte de los Colegios Profesionales”.
Además la licenciada remarcó: “Como decía antes, debemos sentirnos orgullosos de los resultados obtenidos, pero también sabemos que queda mucho camino por recorrer y como verán, lo estamos haciendo. Continuamos trabajando, y es objetivo fundamental de nuestra gestión, instalar la institución en la conciencia de los colegas, instaurar el sentimiento de pertenencia hacia nuestro colegio profesional, por eso continuamos trabajando en la construcción permanente de un espacio que nos pertenece a todos como trabajadores sociales y que es el ideal para plantear todo lo atinente a nuestro ejercicio profesional porque es el que nos ampara en nuestro quehacer, es el que nos habilita para poder ejercer esta profesión que hemos elegido. Por lo tanto es a él, a nuestro colegio, al que le debemos cumplimiento y respeto. Las autoridades cambian, pasan, transitan, participan y se van, pero la institución, siempre queda y es de todos. Y de eso no debemos olvidarnos nunca. La única manera de continuar este camino de jerarquización de nuestra profesión es hacer de nuestras acciones un compromiso personal y aunar nuestra lucha para el reconocimiento que nos merecemos como verdaderos profesionales del Trabajo Social”.
