“El Sembrador” cumplió cien ediciones evangelizando a los fieles

La publicación que corresponde a la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás y San Carlos Borromeo fue impresa por primera vez en noviembre de 2006. En el último mes de 2014 editó el periódico Nº 100. Miguel Nadur explicó acerca de sus inicios y de la labor comprometida de un grupo de personas que hace posible la impresión cada mes.

DE LA REDACCION. A fines de 2006, y teniendo como principal impulsor al padre Miguel Nadur Dalla y al periodista Vladimiro Debeljuh, apareció en nuestra ciudad la primera edición de “El Sembrador”, una publicación parroquial que cuenta las actividades que se desarrolla en la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás y San Carlos Borromeo.

Iniciativa

La génesis de la idea estuvo enmarcada en un curso sobre medios de comunicación que se dictó en el seminario cuando el padre Miguel cursaba sus estudios para ser sacerdote.

Recuerda Miguel que el profesor y padre Alderico Dolzani, de la congregación de los Padres Paulistas dijo: “Si ustedes logran que una vez el diario Clarín les publique un cuarto de página, habrán tenido comunicación con más personas que las que los escucharán a través de la homilía”.

Con el tiempo, el padre Miguel se dio cuenta de que esas palabras habían dado una tonalidad especial en su vida. “El poder multiplicador de los medios como tanto lo ha enseñado el padre Alberioni es un recurso pastoral que, en los siglos XX y XXI, son como una clave en la evangelización que lleva adelante la Iglesia. El padre Alderico sembró la semilla que luego buscó romper la cáscara, atravesar la tierra y salir a la luz en mí a través de los años”, explicó Nadur Dalla.

Aplicaciones de la idea

Cuando el padre Miguel estuvo como párroco de San Cayetano en la ciudad de San Nicolás, editó, con cierta frecuencia, una hoja tamaño oficio, doblada en dos que contenía las noticias del mes.

Luego de tomar posesión de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás y San Carlos Borromeo de nuestra ciudad, reprodujo esta idea con la colaboración de un joven llamado Sebastián Santoro pero solo llegaron a reproducirse diez ediciones.

Cuenta el padre Miguel que, en cierta oportunidad lo visitó Vladimiro Debeljuh que le propuso la idea de crear una publicación parroquial mensual que sirviera de nexo informativo con sus feligreses y el pueblo católico de la ciudad, iniciativa que fue aceptada rápidamente por el sacerdote.

Compromiso 

Con el objetivo de que “El Sembrador” pueda salir cada mes es necesario del compromiso de un grupo de personas que trabaja de manera mancomunada con el objetivo de que la feligresía pueda informarse acerca de las actividades que se realizan en la parroquia de J. J. Valle al 1100. 

El trabajo conjunto del director del periódico, padre Miguel Nadur; el primer coordinador periodístico, Vladimiro Debeljuh; el segundo coordinador periodístico, César Gómez Córdoba; el diseñador gráfico, Claudio Giovagnoli; de la encargada de cobrar los avisos publicados, Susana Guidi y de los trabajadores de la imprenta “Sopeña Hermanos”, posibilitan la edición y publicación de este medio de comunicación.

Paso a paso

Cuando las notas están redactadas, digitalizadas y las fotos elegidas, son enviadas por mail al diseñador gráfico que las ubica considerando el diagrama de las pautas publicitarias. Dicho trabajo se realiza junto al padre Miguel. 

Entre el 15 y el 20 de cada mes la imprenta recibe por computadora el contenido de la edición que le remite el diseñador gráfico. Habitualmente, en el término de una semana la tirada de mil ejemplares queda terminada. Vale destacar que el papel es adquirido anticipadamente  por la Parroquia para las ediciones de un año.

Cuando los ejemplares llegan a la Parroquia se separan cien para quienes contratan pautas publicitarias y con motivo de dicha entrega se realiza el cobro mensual de la publicidad.

Habitualmente “El Sembrador” consta de una unidad que contiene cuatro páginas en tamaño tabloide lo que significa que, a cada ejemplar, se lo debe plegar a la mitad.

Si bien se imprimen 1.000 ejemplares, en situaciones especiales se han hecho tiradas de 2.000.

La tarea de compaginación de las páginas ya impresas es hecha por los feligreses que realizan su tarea en la secretaría de la Parroquia quienes forman paquetes de a cien ejemplares para su mejor manipulación que son distribuidos entre los anunciantes del diario, casillero del Obispado (para las parroquias de la Diócesis), algunos se archivan, otros son distribuidos por el Padre Miguel mientras que los restantes, aproximadamente 600, quedan en la Parroquia para los fieles interesados.

La economía

Varias de las tareas que forman parte de la edición mensual de “El Sembrador” son realizadas de modo honorario. El mayor costo se encuentra en el papel mientras que el valor de la impresión es sufragado con los avisos de los anunciantes.

Secciones

El editorial de “El Sembrador” contiene el mensaje mensual que se considera oportuno dar a la comunidad en cada momento.

La nota de tapa está vinculada con la actividad central que ha de vivirse, por ejemplo, fiestas patronales, peregrinación, bono donación, obras, etcétera.

La sección “Breves” anoticia sobre los diversos acontecimientos mensuales que ya son de conocimiento de la comunidad, pero  de las que es necesario saber las fechas exactas o los horarios.

Finalmente se encuentran notas sobre diversas temáticas, sea para dar a conocer eventos puntuales o para reflejar acontecimientos pasados, etcétera.

Seguir sembrando

A modo de conclusión, el Padre Miguel Nadur manifestó: “Nos expresa el Señor Jesús en el Evangelio que quien se ha puesto a andar los caminos no ha de poner la vista atrás, manteniendo firme su mirada en el trayecto que aún queda por transitar. Esta edición Nº 100 de ‘El Sembrador’ ha sido algo así como descansar un tiempo, contemplar la obra y buscar mayor perfección en las acciones futuras. Muchas veces el espejo retrovisor permite contemplar el camino que se acaba de recorrer para sumar experiencias y buscar una mayor perfección.

“Los años de trabajo transcurridos permiten elevar una profunda acción de gracia. Creemos que Dios ha estado presente y nos acompaña en el camino. Nos alegra que haya sido así ya que solo para él son nuestros desvelos. Por eso a Dios le pedimos que proteja la obra que él mismo quiso crear en nosotros.

“La semilla que ‘El Sembrador’ salió a sembrar debe continuar esparciéndose de modo ininterrumpido. Lo que nos compete a los hombres es sembrar ya que ‘muchos son los que siembran y uno sólo es el que recoge’”.