La ciudad de Salto vivió horas convulsionadas por un conflicto de los empleados municipales con la Comuna, generado por un reclamo salarial. Las diferencias fueron superadas ayer pasado el mediodía, tras una fuerte protesta por el centro de la localidad, y ahora debe ser el Concejo Deliberante el que convalide el acuerdo logrado entre el Ejecutivo y los representantes gremiales.
Se llegó a esa instancia después de varias jornadas agitadas, que incluyó un recorte total de horas extras y una reunión de las partes en la Secretaría de Trabajo de Pergamino. Ayer los municipales de Salto protestaron con camiones repletos de basura y personas con bombos y pancartas.
La situación se descomprimió después del mediodía cuando los referentes gremiales salieron de la reunión con el intendente Oscar Brasca y le informaron a los trabajadores los alcances del acuerdo. Se trataba de un aumento de 1.800 pesos al sueldo básico (1.000 en febrero y 800 en julio) además de un premio de 1.200 pesos a cobrar en febrero. También formó parte del arreglo el nombramiento de personal que estaba como temporario y la certeza de una nueva negociación en julio. Todo esto deberá ser convalidado por el Concejo Deliberante.