Cambalache Político

¡QUE NOCHE TETE!

Como le decíamos, el 30 de este mes se viene una sesión del Concejo Deliberante, posiblemente la más complicada de los últimos tiempos (lo cual es decir bastante). Como habrá rendición de cuentas y los ediles se van a pelear rabiosamente por los subsidios que el Lord Mayor le dio al Club Douglas (tres millones de pesos), imagínese lo que va a durar.

Si en sesiones más o menos pavotas en términos de proyectos, se eternizaban cinco o seis horas, imaginemos en este caso que hay carne alrededor del hueso, vamos a amanecer en los altos del Palacio Municipal.

Sabemos que cuando hay un tema caliente todos los concejales se quieren hacer su agosto, pero ¿y si prueban con discursos contundentes y acotados? Y no esos panegíricos destinados a oírse a sí mismos, mientras terminan por agotar a propios y extraños. Para colmo cuando el presidente del cuerpo Lucio “me tienen loco” Tezón quiere aplicar el reglamento, para que cada uno use los minutos que corresponde para hablar, lo tratan como si fuera Menguele, doña.

En fin, que convoquen a sesión con reposeras para echar una siestita.

LOCALES POR DOS

Mientras todos estos líos de los que hablamos se desarrollan, la política partidaria se acelera. Es que no falta nada para que haya que armar las listas y cada uno va buscando su lugar bajo techo. 

La semana pasada le contamos que Manuel Elías abrió su local en avenida Colón. Lo que pasó después es que Riky Ruggeri abrió el suyo en calle Mitre. Los dos con inauguración y público presente. El tema es que ambos van a ir por el sector de Florencio Randazzo, con lo cual ¿irán dos listas por el mismo sector? No sería la primera vez que vemos esto.

Por otro lado está la lista que presentará por los K Lisandro Bormioli, pero tampoco habrá una sola nómina según cuentan por allí, ya que Gaby Cairat (¿irá Palito Morales aliado a este grupo?) parece que va por el mismo sector.

En fin, dos listas para Randazzo y dos listas por el cristinismo, por lo menos. ¡Qué Paso va a haber en Pergamino doña, para sacarse chispas!

¡QUE DATO!

Hay un dato que comenzó a circular esta semana, del que no podemos dar fe de certeza porque en estas épocas de tantos rumores, quién sabe por qué se dice lo que se dice.

Comentan que Marita Conti no buscaría una reelección como edil del Frente Renovador sino que acompañaría a su hermana Marcela en ese espacio. Otra mujer que busca un lugar para su reelección es María Ofelia Aguilar Ortiz, representante del GEN, aliado a Sergio Massa.

Pero el dato es que Marita estaría conversando, no para ser secretaria de Salud municipal como se decía, sino que apuntaría a la Región Sanitaria IV. No podemos afirmar si es absolutamente verídica la especie Tota, pero tendría más color que apuntara al máximo organismo sanitario en la región, que a una secretaría municipal. Veremos, doña.

FOTONOTICIA

Mire doña, esto pasaba en la última sesión del Concejo Deliberante; el peronista Cristian Settembrini habla al oído al macrista Eddo Pascot. No somos mosquitos para saber el diálogo con exactitud, pero como hay proyectos (pocos) en los que pretenden llegar a un acuerdo, hay que hablar. ¡No les queda otra! Pero cuando pueden evitar el contacto, hacen todo lo posible. Vea si no a la peronista Rosa Tulio, que no quiere ni escuchar lo que se susurra a su lado, al menos pone cara de “no se qué pasa acá al lado” y se queda quietita cual estatua. Pero por ahí escuchó todo y se hace la distraída. Son habilidades políticas que se logran con la experiencia de años, Tota.

De todas maneras no vaya a creer que esta postal es común en el Concejo donde (y más en un año electoral) hay más disputas que diálogo y acuerdos. Sobre todo entre Settembrini que es un duro pejota y Pascot que es más amarillo que el mismo Macri.

En fin, nos espera un año de lo más divertido en los altos del Palacio Municipal, empezando por la sesión del 30 de este mes que promete fuegos artificiales, bombas de estruendo, lenguas de suegra y papel picado entre los ediles. Es que se ventilará una rendición de cuentas y eso siempre trae, junto a cada denuncia, todo el cotillón verbal de que son capaces los ediles.