Pergamino

Arroyo: 17 plaguicidas diferentes se encontraron en su fauna marina


 La científica Julie Brodeur habló con el Diario sobre este estudio realizado (LA OPINION)

'' La científica Julie Brodeur habló con el Diario sobre este estudio realizado. (LA OPINION)

Algunas de las moléculas que se encontraron son cancerígenas, otras son perturbadores endocrinos. Esto significa que alteran el sistema hormonal, explica uno de los puntos del estudio que comenzó en 2011. La doctora Julie Brodeur, investigadora del Conicet y al frente de la investigación, habló con LA OPINION.


Después de un importante proceso investigativo iniciado en 2011 por el Instituto de Recursos Biológicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) sobre el impacto que provocan las actividades agrícola en el arroyo Pergamino fue detectada la presencia de plaguicidas en ocho de cada diez peces de la especie Jenynsia multidentata o “madrecita” en la cuenca de este espejo de agua que atraviesa la ciudad y es uno de los atractivos naturales propios de los pergaminenses. 

De acuerdo a la exposición que se llevó a cabo el viernes a la mañana, en el salón “Luis Sued” del Concejo Deliberante, este trabajo científico inspeccionó la acumulación de plaguicidas en peces y lo preocupante de las intervenciones tiene que ver con la presencia de fungicidas e insecticidas en el 81 por ciento de los ejemplares de alrededor de seis meses de edad. 

Un equipo liderado por la doctora Julie Brodeur, quien además es investigadora del Conicet, estudió el impacto de los fitosanitarios en anfibios, peces y aves como indicadores de calidad ambiental y salud en los agroecosistemas. “El trabajo evidencia que la acumulación de pesticidas impacta en la salud y crecimiento de los peces”, dijo la profesional en el inicio de la entrevista con LA OPINION. 

“Los resultados exponen que el 58 por ciento de estas ‘madrecitas’ tenía más de dos plaguicidas en su cuerpo y esto se asocia a efectos negativos claros en su salud, por lo que es esencial encontrar la fuente de contaminación para preservar la integridad de los ecosistemas acuáticos”, agregó Brodeur en la continuidad de la nota. La científica explicó que relevaron la presencia de los insecticidas Diclorvos y Pirimifos - Metil, que son sustancias autorizadas solamente para el acopio de granos, por lo que no deberían llegar a los cuerpos de agua bajo ninguna circunstancia debido a que son muy tóxicos para la fauna acuática. Brodeur agregó también que “los insecticidas piretroides (Fenvalerato y Bifentrina) fueron los más frecuentes y se encontraron en el 41,8 y 36,4 por ciento de las animales analizados, respectivamente”.

- ¿De qué manera llevaron a cabo este estudio sobre las aguas del Arroyo?

- Muestreamos con nuestras redes peces juveniles de 20 milímetros de la especie Jenynsia y nos llevamos las muestras a la sede del Inta Castelar, donde medimos cada uno de los residuos de plaguicidas y biomarcadores enzimáticos teniendo en cuenta que se toma la condición corporal de estas especies.

- ¿Qué fue lo que encontraron y de qué manera se detectaron los plaguicidas en los tejidos de los peces?

- Primeramente cabe decir que se detectaron plaguicidas en 81 por ciento de estos peces examinados. Del total, el 58 por ciento de los mismos tenían más de 2 plaguicidas en su cuerpo. Pero lo alarmante es que uno de los peces tenía hasta 5 plaguicidas distintos en su cuerpo. En total, se manifestaron 17 plaguicidas distintos en estos integrantes de la fauna marina de la región.

- Teniendo en cuenta estos resultados obtenidos ¿qué riesgos tiene para la vida humana este tipo de productos detectados en el Arroyo? 

- Algunas de las moléculas encontradas son cancerígenas, otras son perturbadores endocrinos y esto significa que alteran el sistema hormonal.

- ¿Cómo es posible que continúe habiendo fauna en las aguas si hay presencia de estas sustancias prohibidas?

- Todo es cuestión de la concentración que hay en el agua y la susceptibilidad del animal; algunas especies son más sensibles y desaparecen, mientras que las especies resistentes como la “madrecita” y la Carpa, siguen ahí,  aguantando este tipo de sustancias. En lo que respecta a la “madrecita”, cabe decir que es una especie con una amplia distribución y con una gran capacidad de adaptarse y sobrevivir en condiciones adversas. Sin embargo, demostramos que esta especie se veía afectada en su salud cuando había picos de contaminación, es decir que estos peces eran vulnerables.

- ¿Qué pasa con los humanos que pescan y consumen estos productos? 

- Existe un riesgo para su salud considerando las concentraciones que hubo de estos Diclorvos encontradas; solamente se podría consumir por el humano entre 5.8 y 116 gramos de pescado por día, lo que es menos de una porción.

- ¿Es habitual encontrar estas sustancias en arroyos ubicados en zonas donde hay tanta producción agrícolas?

- Nunca se hizo un muestreo tan exhaustivo de plaguicidas y tampoco se midió en los animales antes, entonces no sabemos si es habitual o no. Aunque cabe reconocer que un cierto número de estos plaguicidas ya fueron detectados en agua o sedimentos de la región pampeana.

- ¿Consideran que hay una práctica inadecuada para que este producto termine en el agua?

- Es una posibilidad existente pero no la única; puede haber ciertamente un transporte atmosférico por el acuífero o escurrimiento.


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