El clásico sistema de entrega manual en papel quedará atrás para los que componen el universo del IVA y sólo quienes no emitan comprobantes podrán adaptarse a la nueva imposición sin tener que realizar una inversión. La presión fiscal es motivo de polémica.
Buenos Aires, (NA) - Los contribuyentes inscriptos en el IVA deberán emitir factura electrónica desde julio y para ello podrán contar con tres mecanismos.
El clásico sistema de entrega manual en papel quedará atrás para los que componen el universo del IVA y sólo quienes no emitan comprobantes podrán adaptarse a la nueva imposición sin tener que realizar una inversión.
El primer mecanismo posible implica la utilización del programa Rece-Versión 4.0, mediante el cual se envían a la Afip los pedidos de autorizaciones de impresión.
Establece un régimen especial, de carácter opcional, para la emisión y almacenamiento electrónico de comprobantes originales, respaldatorios de las operaciones de compraventa de cosas muebles, locaciones y prestaciones de servicios, locaciones de cosas y obras y las señas o anticipos que congelen precio, precisó la Afip en su página Web.
La segunda forma es el intercambio de información del ServicioWeb, la cual posibilita que en vez de efectuar consultas o solicitudes desde navegadores Web y esperar visualizar la respuesta en una página, se efectúe la comunicación directamente entre sistemas de los contribuyentes o consultantes y los sistemas o bases de datos de la Afip.
Ambas alternativas implican gasto de dinero debido a que esos programas deben ser comprados o instalados a medida, de acuerdo con el tributarista José Luis Ceteri.
La tercera opción es denominada Comprobantes en línea, y está disponible en la página Web de la Afip.
Esa opción es para aquellos que no emitan comprobantes, si no tienen un volumen importante de facturación. De ese modo, no se tiene que gastar dinero, explicó.
Costo impositivo
La presión fiscal es motivo de polémica en la Argentina, ya que mientras organismos internacionales advierten que es la segunda más alta de la región, el Gobierno cambia el eje y la compara con países como Dinamarca -cuyas prestaciones sociales y sanitarias cumplen estándares de alta calidad- para señalar que es una de las más bajas del mundo.
El costo impositivo en el precio de diferentes bienes y servicios se encuentra en niveles muy elevados en la Argentina, superando el 30% del precio que paga el consumidor por los mismos, según un informe del especializado instituto de análisis fiscal Iaraf.
La presión en la Argentina es más fuerte aún porque existen gravámenes que se superponen a nivel nacional, provincial y municipal, en afán de recaudar para financiar, por ejemplo, estructuras políticas.
Así, en varios distritos decidieron crear sus propios gravámenes, como un adicional sobre los combustibles y a la exhibición de marcas en góndolas, que viene siendo objetado por la Nación y las provincias, y es motivo de controversias con la cámara alimenticia Copal.
La provincia de Buenos Aires es un ejemplo de esta distorsión, donde la mayoría de los partido del Conurbano norte agudizaron la creatividad a la hora de sumar tasas y contribuciones, y son imitados por otros distritos en todo el país.