El miércoles el diario OGlobo reveló una conversación entre el presidente y Joesley Batista en la que, según Janot, el jefe de Estado da su anuencia al pago de un soborno para comprar el silencio del exdiputado Eduardo Cunha, encarcelado por corrupción.
Brasilia, (AFP-NA) - El presidente Michel Temer fue acusado por la Fiscalía de Brasil de tentativa de obstrucción a la justicia, en un nuevo golpe para el mandatario conservador que ayer trataba de impedir una desbandada de aliados para permanecer en el cargo.
Según la Fiscalía, Temer habría actuado en coordinación con el senador y excandidato presidencial Aécio Neves, suspendido el jueves, para poner palos en las ruedas de la Operación Lava Jato, que investiga una vasta red de sobornos en la estatal Petrobras.
“Se verifica que Aécio Neves en articulación, entre otros, con el presidente Michel Temer, buscaron impedir que avancen las investigaciones de Lava Jato, sea a través de medidas legislativas o por medio del control de nombramientos de los comisarios de la policía que conducirían las investigaciones”, afirma el fiscal general, Rodrigo Janot, en su pedido para que la corte suprema autorice la investigación.
“De esta manera, se vislumbra igualmente la posible práctica de delito de obstrucción a la Justicia”, concluye.
El documento también menciona la participación en la trama de Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal y exministro de Justicia de Temer.
Las acusaciones se basan en delaciones premiadas de ejecutivos del gigante mundial de la alimentación JBS, entre ellos sus dueños Joesley y Wesley Batista.
Las confesiones no son consideradas pruebas a menos que un tribunal así lo determine.
Brasil vive en estado de conmoción política desde que el miércoles el diario O’Globo reveló una conversación entre Temer y Joesley Batista en la que, según Janot, el jefe de Estado da su “anuencia” al pago de un soborno para comprar el silencio del exdiputado Eduardo Cunha, encarcelado por corrupción.
“Se desprende de los elementos recolectados el interés de Temer en mantener a Cunha controlado”, señala el texto.
En esa reunión, el mandatario también indicó a Batista que podía contactar al diputado Rodrigo Rocha Loures, un estrecho aliado, para discutir temas de interés de su grupo empresarial.
Las autoridades registraron luego a Batista y Loures discutiendo delitos como garantizar la coincidencia de versiones de acusados en el caso Petrobras o la compra de su silencio.
El jefe de Estado, de 76 años, rechazó tajantemente esas acusaciones, así como los llamados a que presente su renuncia.
Los mercados encendieron sus alarmas ante la posibilidad de que la agitación política bloquee el avance de las medidas de austeridad impulsadas por Temer, como la elevación de la edad de las jubilaciones y la flexibilización laboral.