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“Si Lula participa será una cosa democrática, el pueblo dirá si lo quiere o no. Si es derrotado políticamente es mejor que ser derrotado en la Justicia porque ahí estaría siendo victimizado”, aseguró el actual presidente de Brasil con relación al exmandatario.
SAN PABLO, (Telam) - El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que es mejor que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva sea “derrotado politicamente” en elecciones antes de ser inhabilitado por una decisión de la Justicia.
“Si Lula participa será una cosa democrática, el pueblo dirá si lo quiere o no. Si es derrotado políticamente es mejor que ser derrotado en la Justicia porque ahí estaría siendo victimizado. La victimización no es buena para el país ni para un expresidente”, dijo Temer.
En una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo, Temer se refirió al momento político que se acerca con la sesión del miércoles en la Cámara de Apelaciones de Porto Alegre, que deberá absolver o confirmar por corrupción una condena a nueve años y medio de prisión contra Lula, el candidato favorito para las elecciones de octubre.
En caso de ser confirmada la sentencia, es probable que la Justicia electoral impida a Lula ser candidato, aunque esa batalla judicial que se avecina carece de claridad por la diferencia de criterios entre juristas.
Temer apoya la candidatura de un oficialista que defienda su gobierno y negó ser uno de los posibles aspirantes para octubre.
Si Lula es inhabilitado, dijo Temer, el escenario electoral “cambia porque está siempre en el primer lugar de las encuestas, por lo tanto habrá agitación en el medio político para saber quién será el candidato de centro para unificar el país”.
El oficialismo y sus vertientes que apoyan a Temer luego de haber formado gobierno tras apoyar la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en 2016 está divido frente a las opciones para octubre.
Por un lado corre el oficialista crítico Geraldo Alckmin, gobernador de San Pablo del Partido de la Social Democracia Brasileña, y por el otro el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y el ministro de Economía, Henrique Meirelles.
En las encuestas, Lula, del Partido de los Trabajadores, aparece en primer lugar seguido por el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro.
Ayer anunció que es precandidato presidencial el senador Fernando Collor de Mello, presidente entre 1990 y 1992 que renunció luego de un escándalo de corrupción.
Temer negó que durante su gestión y las controversias sobre la legitimidad de su gobierno tras haber surgido de la caída de Rousseff, de la cual fue vicepresidente, haya permitido un declive en la presencia internacional de la principal economía de América Latina.
“No me parece mucho eso”, respondió y envió un elogio indirecto a Lula, quien gobernó el país entre 2003 y 2010.
“Quizás ha perdido algo de ‘charme’, cuando Lula era presidente, un exobrero, eso tenía ‘charme’. ¿No es verdad?
Temer destacó que no existen actualmente movimientos populares en reclamo de su salida del cargo pese a ser el presidente con menor apoyo de la historia según las encuestas y que “existe un brutal intento de desmoralizar al presidente” con acusaciones de corrupción.
