El gobierno que debió diseñar una respuesta a los ataques del 11 de septiembre de 2001 enfrentó opciones difíciles, apuntó Obama y reconoció que se hicieron muchas cosas bien en esos años. Pero al mismo tiempo algunas otras contrarias a nuestros valores, agregó.
Washington, (AFP-NA) - Las torturas utilizadas por la CIA contra sospechosos de pertenecer a la red Al-Qaeda fueron mucho peores de lo admitido hasta ahora, y la agencia ocultó información clave al Congreso y la Casa Blanca, afirma un informe del Senado estadounidense divulgado ayer.
En la introducción del documento, la senadora Dianne Feinstein, líder del Comité de Inteligencia, no dejó dudas sobre el resultado de las investigaciones: es mi conclusión personal que, en cualquier acepción del término, los detenidos de la CIA fueron torturados.
El demoledor informe de 525 páginas, con numerosos párrafos cubiertos con tinta negra para ocultar información confidencial, es apenas un resumen de una versión de más de 6.000 páginas que se mantiene en secreto.
Métodos brutales
El documento presentado públicamente ayer afirma categóricamente que los métodos de interrogatorio aplicados por la CIA fueron brutales y mucho peores de lo que se había admitido hasta el momento.
Sin embargo, apunta el documento, esas torturas no fueron una forma eficiente de adquirir información precisa u obtener la cooperación de detenidos, aunque la CIA insistía en la eficacia del sistema.
Al analizar los argumentos de la CIA sobre la eficacia de la tortura, el comité investigador revisó 20 de los más frecuentes ejemplos de éxito antiterrorista que la CIA atribuyó al uso de técnicas reforzadas de interrogatorio, y llegó a la conclusión que estaban equivocados en aspectos fundamentales.
De acuerdo con la investigación, la CIA no estaba preparada cuando comenzó a operar su Programa de Detención e Interrogatorio, más de seis meses después de haber recibido autorización para mantener detenidos.
El estudio del Senado también denuncia que la CIA no condujo un conteo profundo o preciso del número de personas que detuvo, y del número de detenidos que no reunían el mínimo de condiciones de ser detenidas.
Sin supervisión
El texto acusa también a la CIA de haber presentado información incorrecta entre 2002 y 2007 al Departamento de Justicia sobre el alcance y los efectos de la tortura, e impedir que el Congreso logre supervisar la aplicación de ese método de interrogatorio.
De esa forma, la CIA impidió la supervisión por parte de la Casa Blanca y la toma de decisiones, añade el informe.
La propia administración del programa de interrogatorios por parte de la CIA complicó, y en algunos casos impidió la acción de otros departamentos del Poder Ejecutivo.
Un párrafo del informe también señala que la CIA coordinó el filtrado de información clasificada para la prensa, incluyendo información incorrecta sobre la eficacia de los interrogatorios bajo tortura.
Poco después de conocerse el documento, el presidente Barak Obama emitió una nota donde afirmó que la tortura era contraria a nuestros valores.
El gobierno que debió diseñar una respuesta a los ataques del 11 de septiembre de 2001 enfrentó opciones difíciles, apuntó Obama.
Como ya he dicho antes, nuestra nación hizo muchas cosas bien en esos años difíciles. Pero al mismo tiempo algunas de la acciones tomadas eran contrarias a nuestros valores, apuntó.
Por ello, añadió, he prohibido la tortura cuando asumí la presidencia.