SANTIAGO, (AFP-NA) - La capital chilena se despertó ayer con varios de sus barrios cubiertos de nieve, un fenómeno inusual que provocó un fallecido y un corte del servicio eléctrico que afectaba unos 337.000 hogares en medio de una intensa ola de frío.
La muerte se produjo en un accidente laboral en la región Metropolitana cuando un trabajador cayó a causa del hielo acumulado en el suelo, mientras que dos personas resultaron heridas por la descarga de un cable de electricidad caído, informaron las autoridades en rueda de prensa.
Los barrios altos de la ciudad se plegaron al paisaje de la imponente Cordillera de los Andes con árboles y senderos cubiertos de nieve, postal que completaron cientos de niños jugando con la nieve en el último fin de semana de vacaciones de invierno.
Más abajo, en Providencia -un barrio aledaño al centro de Santiago- también se sintió la caída de nieve, la primera en años en el centro de esta ciudad de siete millones de habitantes.
Con los niños de vacaciones y los precios de paquetes turísticos a la Cordillera por las nubes, qué mejor que disfrutar de este momento que la naturaleza nos regaló, este espectáculo tan lindo, dijo a la prensa José Valenzuela, un empleado de 48 años que sacó a sus hijos a disfrutar de la nieve en pleno Santiago.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) informó que hay 337.000 clientes en este minuto sin servicio en la región Metropolitana, afectando a uno de cada siete habitantes de la urbe.
La caída de árboles y ramas producto de la nevada sobre los tendidos eléctricos son la principal causa de la emergencia, que deja sin posibilidad de calefacción a miles de personas en medio de una ola de frío que amenaza con temperaturas bajo cero para las noches de este fin de semana.
Con una capacidad de unos 1.050 cupos, los albergues capitalinos buscan acaparar a personas en situación de calle y así evitar muertes por hipotermia.
Con laderas de cerros congeladas y caminos cortados también se exhortó a los vecinos de Santiago a evitar visitar zonas altas.
Uno de los símbolos de la ciudad, la plaza Italia, tuvo durante gran parte de la mañana sus zonas verdes cubiertas de nieve: un espectáculo que se diluyó con el pasaje de las horas que transformó el día gris en una jornada soleada.