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Este domingo que viene un día multielectoral, ya que habrá comicios de todo tipo en diferentes puntos del país: elecciones provinciales y municipales en Córdoba y La Rioja, de legisladores en Corrientes, Paso en La Pampa. En todos los casos hay intereses cruzados que involucran apoyos de Daniel Scioli, de Mauricio Macri y de Sergio Massa. De modo que los postulantes estarán muy atentos a quien gane las gobernaciones, pero también a cada uno de los municipios, porque en los comicios generales puede haber un voto a voto que los obligue a raspar la olla, como se dice vulgarmente, en cada provincia.
Pero por ser un punto neurálgico de la Argentina y con la más alta exposición mediática, las elecciones que acapararán la mayor atención de quienes este fin de semana seremos espectadores serán las de la Ciudad de Buenos Aires, que también tendrán lugar este domingo.
En el distrito porteño, uno de los más fuertes candidatos a presidente se juega mucho en este resultado. Mauricio Macri debe ganar muy ampliamente en su territorio para mostrar al país el apoyo que logró con su propia gestión al frente de un Ejecutivo. Estas cuestiones no son menores en una presidencial. Tener gestión para exhibir y que sea refrendada por el voto popular por tercera vez tiene un peso gravitante en el electorado independiente.
Por eso la actividad conjunta que Mauricio Macri realiza permanentemente con su candidato a jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, con el objetivo de nacionalizar la campaña porteña y dejar en claro una idea: que cada voto que sume el domingo a favor de su jefe de gabinete será también un voto a favor de su proyecto presidencial.
Están convencidos -y quizá estén en lo cierto- de que los votos que recojan este domingo se sumarán casi automáticamente a la elección presidencial a favor de Macri.
El ímpetu del jefe de Gobierno en la campaña porteña no se relaciona sólo con la posibilidad de que Rodríguez Larreta alcance el 50 por ciento de los votos y evite así el balotaje, algo que el propio Macri calificó de difícil, ya que él mismo no lo logró nunca. También se relaciona, según confirmaron desde el armado de campaña macrista, con la posibilidad de obtener el mejor resultado posible y compensar con ese triunfo rotundo en el bastión porteño eventuales derrotas de los candidatos de la alianza UCR-PRO en Córdoba y La Rioja, hechos que de producirse debilitarían la imagen de Macri a nivel nacional.
En Córdoba el favorito es el sector de Manuel de la Sota, con Juan Schiaretti como candidato, y en La Rioja el Frente para la Victoria buscará continuar al mando de la gobernación mediante Sergio Casas, el principal candidato de ese espacio. Las encuestas por ahora lo muestran ganador. Por el lado de la oposición el radical Julio Martínez encabeza Fuerza Cívica, una coalición unitaria que replica la de otras provincias del país como Córdoba o Mendoza.
Con la mente puesta en este objetivo, de un triunfo lo más amplio posible, Macri defendió su propia gestión y la continuidad del proyecto a través de Rodríguez Larreta. Es un plan que lleva ocho años en el poder con el beneplácito de los porteños y la idea es seguir, con nuevas figuras, el mismo estilo.
La dupla Macri-Larreta volverá a mostrarse en público hoy en las recorridas de cierre de campaña, que también tendrán a Gabriela Michetti, compañera de fórmula del líder del PRO, mostrando el sector unido para conseguir más votos. La propia Michetti viajó el martes a Córdoba en apoyo del candidato a gobernador Oscar Aguad, que tiene una dura disputa con el delasotista Schiaretti.
Uno de los datos importantes de la elección porteña es si el PRO retiene o no los votos de Gabriela Michetti, perdedora en la interna porteña. Los macristas dicen que sí, que están llegando –según sondeos- a lo que sacó Macri en 2011, un 47,5 por ciento. En esto la jugada de que la dama fuera la compañera de fórmula nacional, dio los resultados esperados, ya que se muestran como un sector monolítico y un equipo unido.
Lo que buscan, en definitiva, es ver si tienen posibilidades de ganar en primera vuelta, aunque sea casi imposible, porque eso daría un enorme respaldo a Macri en las elecciones generales, no sólo porque recoge más votos sino además por el impacto nacional que tendría la noticia.
Dicen además los macristas que hay un cambio de tendencia y aseguran que Mariano Recalde el candidato kirchnerista sale segundo en detrimento de Martín Lousteau, candidato de ECO que sería tercero.
Esto que marcan los encuestadores de Macri tiene una lógica porque quizá se está reproduciendo en la Ciudad de Buenos Aires la misma polarización que se da a nivel general con Daniel Scioli, dejando en tercer lugar a Sergio Massa.
Un domingo esperado en muchas provincias para ver los resultados será el que nos espera. Y para ver las repercusiones que estos comicios tienen camino a las presidenciales de octubre.
