Editorial

Paro de docentes y de ATE a horas de discutirse el presupuesto 2015


Una vez más las familias tienen que reacomodarse en horarios y movimientos porque nuevamente estamos sin clases. Los docentes bonaerenses alineados en los gremios Suteba, FEB, UDA, los privados de Sadop y técnicos de Amet comenzaron ayer un paro de 48 horas en reclamo de un bono o aumento salarial antes de fin de año, para recomponer la pérdida de poder adquisitivo de los sueldos. Además, exigen que se asigne mayor presupuesto a la educación para garantizar una suba de salarios.

Aquí hay otra muestra surgida de la realidad de que la inflación es grave y ha generado problemas en todos los sectores, especialmente los asalariados, porque ha anulado los aumentos conseguidos en paritarias y reclamos. El comerciante, no obstante el riesgo de alejar clientes o morigerar sus ventas, puede ir ajustando los precios de sus bienes a los costos que ve incrementados, pero el que recibe una suma fija percibe cómo mes a mes su poder adquisitivo se achica.

Desde esta perspectiva, es natural que surjan quejas porque es justo que pidan compensar los aumentos constantes de servicios, mercancías e indumentaria. Y quienes primeros levantan su voz son quienes cobran del Estado, que ven que además de ser su empleador, es quien tiene la potestad de dar esa respuesta.

Para completar el panorama hoy habrá, también, un paro de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) a nivel provincial, que incluirá una movilización a la Casa de Gobierno. 

Los gremios anunciaron esta nueva huelga, que incluye empleados públicos de la administración y de la salud, entre otros, porque consideran que no hay respuesta de parte de la Gobernación.

En el plano de la educación, los gremios docentes pretenden que se aumente el presupuesto en educación. No sólo sostener los valores del año pasado sino llegar al 33 por ciento histórico. El Gobierno provincial se defiende afirmando que ya se aumentó en 2.500 millones de pesos ese presupuesto. 

Ahora bien, atendiendo a la justeza de los reclamos, hay que poner en valor el tema de los paros como única herramienta de lucha. Hay formas de diálogo que hay que agotar, protestas, marchas, informes públicos, pero recurrir siempre sistemáticamente a la huelga como modo de presión directa, resulta abusivo.  Los alumnos de la provincia perdieron 21 días de clases en lo que va del año por medidas de fuerza. Ya desde el comienzo del año, los maestros encabezaron un extenso paro en reclamo de un aumento salarial de entre 30 y el 38,6 por siento. De modo que recién iniciado el ciclo escolar la huelga que fue decretada por los gremios “por tiempo indeterminado” lo que resultaba excesivo, ya que recién iban a comenzar las clases, se extendió durante más de dos semanas.

El paro afecta a tres millones de alumnos en la provincia de Buenos Aires.

En esta circunstancia el gobernador Daniel Scioli enfrenta un escenario complicado esta semana, con el Frente Gremial Docente y con los empleados estatales en general. Las protestas coinciden con el inicio de un duro debate por el presupuesto 2015, en la Cámara de Diputados provincial.

Obviamente que este tema no es ajeno a las medidas de fuerza sino que también se realizan para presionar a los legisladores sobre lo que van a votar para el año que viene.

El jefe de Gabinete, Alberto Pérez, lanzó argumentos para desactivar los ejes de la protesta. Con los maestros se mostró sorprendido, ofuscado y dijo: “Les ofrecimos a los gremios adelantar la discusión paritaria para 2015, una vez aprobado el próximo presupuesto”, dejando entrever que es la otra parte la que se cierra al diálogo y va directamente al paro. En relación con los estatales, en cambio, fue irónico: “ATE está siempre en paro”.

La cuestión es que estos paros impactarán, sin dudas, en el inicio del debate por el presupuesto 2015, programado para el jueves próximo en la Cámara de Diputados. Por eso, el Gobierno provincial busca desactivar este escenario y ofreció adelantar las paritarias entre enero y febrero próximo y no esperar a marzo.

También en el Gobierno provincial hay quienes sospechan que algunos sectores huelguistas tienen intenciones políticas, generando escenarios sociales complicados en la provincia, porque responden a dirigentes que enfrentarán a Scioli en las elecciones del año que viene.

El gobernador, que no cuenta con los votos propios suficientes para aprobar su cálculo de gastos y recursos a libro cerrado en el Senado y requiere el apoyo de la oposición para votar el millonario pedido de endeudamiento por más de 20.000 millones, se encuentra en una encrucijada ya que debe mejorar el clima social para calmar a los legisladores opositores y que lo acompañen.

Cada vez que el mandatario necesita algo del Senado la situación se complica, aunque hasta ahora ha salido indemne y se le han ido aprobando las leyes, no todas, pero sí las más importantes. 

Para el presupuesto 2015, que es un año electoral, y con las movidas gremiales constantes, no será sencillo lograr los aportes de legisladores de otro signo político; incluso con algunos senadores ultra K también tiene problemas Scioli. Porque lamentablemente a tanto de las elecciones todos están ya en campaña y eso entorpece el funcionamiento de la gestión, que no debiera verse afectada nunca.


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