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El fenómeno que viene provocando la candidatura de Mauricio Macri se mantiene y se va extendiendo a las provincias, un territorio hasta ahora poco hospitalario para el jefe de Gobierno porteño. Las últimas encuestas, realizadas tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, no lo han tocado, pese a que éste fue quien lo procesó junto al “Fino” Palacios por las escuchas realizadas por el policía a familiares de víctimas de la Amia. Y eso quiere decir una sola cosa: el candidato está blindado y eso, en un año electoral, es fundamental.
Por su parte, Daniel Scioli tampoco se vio perjudicado, pese a que la presidenta bajó varios puntos en la consideración pública. El que sí perdió terreno fue Sergio Massa, que ha quedado tercero en más de una encuesta de opinión. Esta cuestión no parece tener explicación a simple vista pero es más sencillo de lo que parece: todo aquel que no vota peronistas, en sus distintas versiones, vota a Macri y los peronistas, entre Scioli y Massa, han preferido al primero.
De este modo el enfrentamiento parece darse entre el porteño y el bonaerense, en lo que será una elección por demás de interesante. Ya que si bien ambos vienen del ámbito empresario difieren en la mirada social y política como para enriquecer esta campaña electoral. Ya era hora de que en la Argentina la gente pudiese elegir entre candidatos sólidos y previsibles, que dicen claramente lo que van a hacer y son confiables al electorado. No habrá sorpresas con ninguno de los dos en caso de llegar al poder.
Volviendo a Macri, hizo de maestro de ceremonias para presentar en Rosario la fórmula del PRO integrada por Miguel del Sel y el radical Jorge Boasso, que competirán para la gobernación de Santa Fe, un desafío que estuvo muy cerca en 2011, cuando el socialista Antonio Bonfatti le ganó a Del Sel por sólo el tres por ciento de los votos. También se formalizó la postulación a la intendencia de Rosario de Ana Martínez, exmodelo y conductora, que competirá con la actual jefa comunal Mónica Fein.
Siete días antes del cierre de listas para las Paso, que en Santa Fe serán el 19 de abril, la incorporación del concejal radical Jorge Boasso le asestó un golpe fuerte a la UCR santafesina, donde algunos dirigentes que están siempre ojo avizor y ven que la del PRO puede ser la fórmula ganadora, empezaron a pasarse a los que componen el acuerdo con el macrismo. Así fue con la intendenta de Funes, Mónica Tomei. Boasso, que era un opositor áspero del socialismo en el Frente Progresista, será el compañero de fórmula de Del Sel, una jugada que apunta a compensar el déficit que el candidato del PRO tiene para entrar en los sectores de clase media y alta de Rosario. En los barrios más humildes es cómo un prócer, cuentan los mismos rosarinos.
Macri opina que Santa Fe es una de las provincias estratégicas del país porque “forma parte del polo agroexportador más grande de la Argentina”. Para nosotros ese polo es la provincia de Buenos Aires aunque reconocemos que Santa Fe es importante también. Y también cree que el socialismo ya no tiene nada para darle a la provincia. La verdad que en los últimos años han hecho flaca y fallida gestión, en una provincia envuelta en la violencia narco.
En el PRO piensan que un triunfo en Santa Fe va a ser clave para que una parte importante del radicalismo a nivel nacional, que ahora es muy reacio, se sume a ese espacio opositor. Boasso y Del Sel lo plantearon abiertamente: “Boasso se sumó al PRO después de tener el aval de Ernesto Sanz”, dijo el excómico. Macri fue más precavido al señalar que habrá que esperar qué posición tiene esa fuerza política después de la convención nacional de la UCR, el 14 de marzo próximo.
La otra pata que espera sumar el PRO es la de Carlos Reutemann, al que le guardan una posible candidatura para senador nacional pero que hasta ahora, y fiel a su estilo, no dio señales certeras sobre si se quedará o no en el peronismo. Por el momento coquetea con Massa pero tampoco está definido en ese sentido. En fin, el juego de siempre de Reutemann, hace pequeñísimos guiños y nunca se sabe al fin lo que pretende.
En el PJ esperan a María Eugenia Bielsa, que aún no resolvió si será candidata a gobernadora. Pero fue la que ganó las últimas elecciones legislativas y es una dirigente muy bien vista en Santa Fe. Lo que parece que la legisladora duda es sobre si presentarse por el Frente para la Victoria. Esto genera mucho malestar en el kirchnerismo porque Bielsa es peronista pero tiene diferencias con el Gobierno nacional y es la que más mide del sector.
La realidad es que las encuestas benefician a Del Sel por encima del candidato socialista Miguel Lifschitz, que presentó el lunes pasado la fórmula que integra con el radical Carlos Fascendini, actual ministro de Producción.
Veremos cómo se desarrolla la campaña, pero en Santa Fe, si el PRO no gana, es por muy pocos puntos, además de ser una chance más para la postulación de Mauricio Macri.
