Editorial

Macri y Trump cara a cara, en un encuentro auspicioso


Esta semana Mauricio Macri logró mantener la reunión bilateral más trascendente de su gestión, al ser recibido por el presidente Donald Trump como un socio en la región y aunque para los detractores de Estados Unidos este encuentro podrá parecer un alineamiento innecesario, la realidad es que para un país latinoamericano emergente, con un mercado pequeño como el nuestro, la vuelta al comercio mundial de la mano de una potencia no es un paso inocuo. Por el contrario, esta relación que está tejiendo el Gobierno, si se sabe aprovechar, resultará beneficioso para la Argentina.

Una broma que realizó Donald Trump demuestra el tono en que se dio el encuentro, ya que dijo que Macri era “un gran amigo al que no veía hace 25 años”, y agregó, “él me hablará de limones y yo de Corea del Norte”. Una descripción que demuestra que la relación anterior entre ambos mandatarios jugará a favor de nuestro país.

Dado el gran desequilibrio que existe en lo que hace a la balanza comercial entre ambos países, al que le compramos mucho y no le vendemos casi nada, que el presidente norteamericano (tan proteccionista como se muestra) se haya comprometido a recomendar a las empresas norteamericanas que inviertan en la Argentina y les ordenó a sus funcionarios que resuelvan los problemas pendientes, es auspicioso.

Y en este escenario, se confirmaron progresos para la exportación argentina de limones (una decisión que parece menor pero que los productores argentinos esperaban casi con desesperación), biodiésel y carne. Fuentes oficiales dijeron que hubo un compromiso concreto para permitir la exportación de limones argentinos a los Estados Unidos y algo no menor: se logró un aval para lograr el ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, un club de naciones avanzadas al que ingresan pocos países del porte del nuestro.

El caso del biodiésel es interesante porque Norte América no tiene sobreproducción de este producto y lo que falta lo importa, de modo que es un nicho que nuestro país puede y debe aprovechar. Por eso Macri explicó que las denuncias de damping respecto de nuestro país eran absurdas y así lo entendieron los americanos, según dejó trascender el oficialismo. Y uno de los objetivos de nuestra delegación: Macri tuvo una reunión con directivos de Dow Chemical, que le anticiparon el desarrollo en el país de un polo petroquímico en Vaca Muerta.

Favorece todas estas cuestiones que Macri está empeñado en recrear un clima de negocios en la Argentina, más de una década cerrada al mundo, y por eso tuvo una interesante recepción entre los parlamentarios norteamericanos. Obviamente que le pidieron, tanto Trump como los legisladores, que sea quien lidere la presión de la comunidad internacional sobre Venezuela, para que Nicolás Maduro ponga una fecha de elecciones, garantice la división de poderes y libere a los presos políticos. Una tarea que no es sencilla, habida cuenta que el régimen venezolano se defiende con extrema violencia y la idea es que se logren resultados con la menor sangre posible. Para el presidente argentino el pedido no es una novedad, era esperado que si Estados Unidos lo considera un socio destacado en la región, le pida que intervenga en el principal conflicto que tiene América Latina. En este sentido, la Organización de Estados Americanos había convocado a los cancilleres a buscar una solución para Venezuela y Maduro les contestó con su retiro de la OEA. Se fue “debiendo” quedarse como se dice vulgarmente, porque Maduro le debe dinero a la organización y obviamente, da un portazo y no piensa pagar la deuda. 

No solo fue Venezuela el tema político sino también la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman, los parlamentarios estadounidenses quieren saber si hay avances, pero sobre todo si se está buscando seriamente a los responsables de lo sucedido al fiscal del caso Amia, que apareció muerto de un disparo hace casi dos años en su departamento de Torre Le Park. Macri explicó que trabaja para que la Justicia sea independiente y no podía decir cuándo va a terminar el caso. La realidad es que se trata de un tema clave para salir al mundo, porque en los países democráticos situaciones como esta, que pueden suceder, tienen resolución. De eso se trata lo que se espera de la Argentina, que podamos exhibir respuestas concretas sobre lo que sucedió con el fiscal de Estado. En el plano de la relación política, el gobierno de Trump, además, desclasificó documentos sobre las violaciones a los derechos humanos en la dictadura militar argentina. Un material que ya viaja a nuestro país y que podría arrojar más luz sobre uno de los períodos más oscuros de nuestra historia reciente.

Lo cierto es que este encuentro entre Macri y Trump mantuvo el nivel de descongelamiento de las relaciones bilaterales logrado con Barack Obama y en el plano económico si bien no hubo progresos concretos, ni se los esperaba en una reunión de estilo protocolar, se dejaron firmes compromisos para inversiones y la solución de problemas de exportación que tiene la Argentina respecto de la primera economía del mundo.

Como muestra de buena voluntad y de la recreada relación que ahora mantenemos, Estados Unidos anunció que en mayo lanzarán en la Argentina el programa Global Entry, que facilita la entrada al país de argentinos de bajo riesgo, en un momento en que el país del norte cierra fronteras a los ciudadanos de muchos países vecinos y ni hablar a los de Oriente Medio.

El viaje ha resultado auspicioso, ahora en la marcha se verá en qué aspectos concretos vemos los beneficios de esta relación entre Macri y Trump.


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23 de Marzo de 2024 - 05:00
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