Editorial

La muerte de Nisman en un año electoral le ha quitado el sueño al oficialismo


Como era de esperar, el golpe asestado al Gobierno con la muerte del fiscal Alberto Nisman, un día antes de ampliar su denuncia contra la presidenta en el Parlamento, generó enorme preocupación en la Casa Rosada.

En principio porque ya no se trata de convencer a la gente de que la inflación no es tal o la seguridad es más sensación que realidad. Ahora hay un asesinato o un suicidio inducido, la causa Amia flotando nuevamente en la bruma y encuestas que acusan recibo de lo que ha sucedido en la Argentina, durante este verano difícil. Huelga decir que es un año electoral, y aunque Cristina Kirchner no sea candidata a presidenta porque la ley no se lo permite, no puede dejar una pesada mochila a sus presidenciables.

“Ya bastante teníamos con el caso de Amado Boudou”, se dice por los pasillos del Senado en las filas del propio oficialismo.

Por eso en el regreso de Cristina Kirchner de su viaje a China y en medio del desasosiego que tiene la propia tropa, el Gobierno intenta recuperar la iniciativa después de varias semanas en las que la crisis por la muerte de Nisman los paralizó, los encontró sin reacción y sin estrategia.

La idea que transmiten en los despachos oficiales es que se buscará retornar a una agenda con noticias positivas y con anuncios de gestión para que la presidenta pueda convocar a la cadena nacional. Es así que preparan un acto, aunque aún no está decidida la fecha, y buscan que sea multitudinario, será para contrarrestar días marcados por la declaración del exespía Antonio Stiuso y, por la marcha de silencio convocada por los fiscales para el miércoles 18.

En la Casa Rosada no ocultan su preocupación por el brusco descenso en la imagen presidencial y revisan encuestas que muestran una baja de entre 7 y hasta 15 puntos, según la empresa que realice el sondeo de opinión. Los funcionarios que monitorean el impacto de la muerte de Nisman reconocen que afectó directamente a la presidenta, que partía de unos 45 puntos de imagen. Creen, de todas maneras, que mantiene un núcleo duro de apoyo de unos 30 ó 35 puntos y como afirman encuestadores y politólogos, la gobernabilidad está en problemas cuando hay menos de 20 puntos porcentuales de imagen presidencial.

En este cuadro de situación complejo que se ha planteado para el oficialismo, el Gobierno intentará poner el foco en la Justicia, a la que reclamará celeridad y por otro lado, mantener mejorías en la gestión económica. Para revertir el panorama, confían, necesitan resultados en la investigación. Pero más confían en que si las variables de la economía doméstica, sobre todo, los acompañan, puedan colocarse rápidamente en mejor situación. En la Casa Rosada piensan como Juan Perón que decía que la víscera más sensible del hombre es el bolsillo.

Incluso, para mostrar un costado más humano, el Gobierno ha flexibilizado su postura frente a la marcha que un grupo de fiscales convocó para el miércoles 18, cuando se cumpla un mes de la muerte del fiscal que acusó a la presidenta. “Es saludable la vocación de la marcha si ellos sienten la vocación de expresarse. Si la oposición quiere sumarse, deberán resolverlo ellos. Soy un vivo retrato de los que peleamos por lograr la libertad para todos. Entiendo que quienes quieran expresarse de esa manera tienen todo el derecho”, dijo Aníbal Fernández.

Mientras que en las redes sociales los k y los anti k se cruzan en furiosas trifulcas verbales por la marcha. Para los anti k es una muestra de la libertad que quieren los fiscales. Para los k, es una trampa vulgar porque salen a pedir justicia los que deben ofrecerla a la gente. En medio de estas peleas se leen palabras irreproducibles de uno y otro sector.

Apenas se lanzó la convocatoria, el viernes pasado, el Gobierno había criticado la manifestación, pero en el oficialismo comenzó a preocupar el efecto adverso que las críticas de la marcha podrían depararle. Temen ahora que cualquier cosa que digan pueda sumar más concurrencia.

Incluso se han vuelto más permeables a escuchar a la oposición, ya que tras las fuertes críticas que recibieron, en el oficialismo dejaban abierta la posibilidad de sumar más cambios al proyecto de ley que crea la Agencia Federal de Inteligencia, el organismo que reemplazará a la actual secretaría que conduce Oscar Parrilli. De hecho, la semana pasada, durante la firma del dictamen, el senador kirchnerista José Mayans dijo que hasta el momento del debate en el recinto, el jueves próximo, podrían hacerse más modificaciones a la iniciativa del Poder Ejecutivo. No creemos que se haya oído antes esta propuesta en el Parlamentoo de parte del oficialismo.

Tanto es así que la propuesta podría introducir mayores controles sobre los fondos reservados, uno de los puntos más cuestionados de la iniciativa. Además, se podría achicar el plazo de 25 años que se exige para levantar los secretos de Estado.

Si de por sí todo lo que sucede es problemático, el año electoral con la muerte de Nisman, le ha quitado el sueño al oficialismo.


Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO