Editorial

Francisco no es Jorge


Antes de adentrarnos en la reunión del Papa Francisco con Cristina Kirchner, es necesario realizar algunas ampliaciones sobre su labor pastoral, para que se comprenda el marco de este y otros encuentros que mantiene el Santo Padre.

Es innegable que Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, es el hombre sin dudas más importante de la historia argentina. No solo por ocupar el puesto de mayor peso en la vida mundial sino porque su trabajo pastoral viene resultando maravilloso, a la luz de los resultados: ha propiciado situaciones buscadas por años y ha logrado que su voz sea atendida desde todos los puntos del planeta, sin distinción de credo. Su imagen llega al 90 por ciento en la mayoría de los países del mundo, aun de aquellos donde no hay mayoría católica, con impacto positivo. Ni hablar de su inserción en Latinoamérica, donde hay una larga tradición de la Iglesia Apostólica de Roma.

Va pregonando la paz, pero no sólo en la palabra que rápidamente puede vaciarse de contenido, sobre todo si no hay hechos y actitudes concordantes. Ante todo, logra su cometido desde su propia personalidad, su bonhomía, su forma de ser llana, que no esconde otro interés que no sea el que se ve. Por eso ha conseguido reunir a los líderes de naciones e iglesias enfrentadas entre sí, porque advierten que esa invitación al diálogo es genuina y no está teñida de otra cosa que no sea el deseo de convivir en paz y mejor.

Sin temor se expone en los conflictos más duros del mundo actual, habla con visión de los signos de los tiempos de lo que implica ser buen cristiano hoy y critica a quienes por años no fueron nombrados pero sí sobreentendidos en su accionar perjudicial, como los fondos buitre, la explotación capitalista o la trata de personas.  A todos condena explícitamente, sin eufemismos. 

Medió entre Estados Unidos y Cuba y logró el descongelamiento tras 50 años de bloqueo; fue a Sarajevo y pidió por la paz en una de las marchas más multitudinarias que se hayan visto en el mundo. Todo el país, prácticamente, se volcó a las calles. Porque le creen a Francisco, porque saben que su intención es la que dice. Porque practica la humildad, no la pregona.

Es, al mismo tiempo, un hombre de Dios y un estadista, que no sesga a la hora de cumplir su misión y lo hace sin importarle las implicancias.

Así lo ve el mundo entero, pero en nuestro país, quizás porque a los argentinos aun nos cuesta disociar su actual rol de sus años de sacerdocio y episcopado, esto que hace con carácter habitual, genera segundas lecturas.

En el caso que nos ocupa, la oposición cuestionó que Francisco reciba a Cristina Kirchner para hablar de Latinoamérica. Aun cuando lo había hecho antes con igual fin con Rafael Correa, Dilma Rousseff y Michelle Bachelet. La diputada Elisa Carrió, ferviente católica, fue muy dura con el Papa;  le pidió que “cumpla” con su promesa de “no meterse en la política de la Argentina” y lo criticó porque, cuando lo hace, “sólo sabe ver una Unidad Básica”, dijo en referencia al peronismo. Poco después de que el Papa recibiera en el Vaticano a Cristina Kirchner, Carrió sostuvo: “¡No me defraude Francisco! Cumpla en no meterse en la política de la Argentina. Yo lo quiero pastor universal, de todos. No lo quiero en una interna en el PJ, a ver a qué candidato del PJ él puede dominar”, apuntó Carrió. La referente de la Coalición Cívica había advertido anteayer que “el Papa comete un error enorme al recibir a Cristina” en medio de un año electoral.

Lo cierto es que esta apreciación solo puede ser hecha desde Argentina, porque lo que se ve de este encuentro en el resto del mundo es que el Papa recibió a la jefa de Estado de un país. ¿Diría lo mismo Carrió si en un año electoral en Estados Unidos Francisco recibe a Obama? ¿Sería tomado como un apoyo al Partido Demócrata? No, sería tomado como una visita de Estado.

Pero como decimos, a los argentinos nos cuesta disociar a Jorge de Francisco. Mucho se habla de la hipocresía de Cristina al ningunearlo en Argentina y besarle el anillo en el Vaticano. Incluso muchos hubieran preferido que desde este nuevo rol, Bergoglio le “devolviera” las gentilezas negándole su atención a la mandataria. Pero lo cierto es que eso no es propio de un Papa, mucho menos de Francisco. De hecho, han pasado por sus audiencias jefes de Estado de países dictatoriales, terroristas, es decir, que han generado daños mucho mayores que un desaire. Y han sido recibidos, como se debe, por el Santo Padre, en un gesto de buena voluntad. No cabe para él otra posibilidad.

Volviendo a la visita de Cristina y el enojo de Carrió, huelga decir que la presidenta no es candidata en las elecciones, aunque sí su partido, pero sinceramente, un hombre con la profundidad del pensamiento y la acción del Papa Francisco ¿va a estar hablando de las Paso con Cristina Kirchner? Es un pensamiento que ofende el entendimiento y más aún, ofende a un Santo Padre que demuestra día a día con su accionar que no es merecedor de esos reproches que sí tienen intencionalidad política, porque Carrió es candidata presidencial.

Finalmente la mandataria estuvo 45 minutos con Francisco; ella vestida de negro y con la cabeza cubierta, como indica el protocolo vaticano. 

El diálogo, a solas, tuvo lugar en un salón contiguo al Aula Pablo VI y el encuentro fue calificado por el vocero de la Santa Sede como “muy cordial”, en una escueta declaración que no detalló los temas conversados.

Pudimos conocer aspectos del encuentro por la propia presidenta, que en una rueda de prensa contó que habían conversado sobre “los problemas del mundo y de la región”, pero no de la Argentina.

“América Latina se ha consolidado como una región de paz. El desafío es seguir manteniéndola así y preservarla de los peligros que la acechan”, dijo. Porque, afirmó, siempre han existido intereses que prefieren una América Latina dividida. Y aseguró que no hablaron del proceso electoral argentino ni de las candidaturas para los comicios de agosto. Sin embargo, dijo que dialogaron sobre dos asuntos relacionados con la Argentina: la restauración de la Basílica de Luján, iniciada durante el gobierno de Néstor Kirchner y donde se celebró el último Tedéum oficial el 25 de Mayo, y la reposición del sable de San Martín en el Museo Histórico Nacional. “Al Papa le pareció fantástico por la revalorización de la historia y de la Patria para todos los argentinos”, expresó.

Dejó abierta, en tanto, la posibilidad de volver a encontrarse con Francisco en el viaje pastoral que el Santo Padre emprenderá por Ecuador, Bolivia y Paraguay, a partir del 5 de julio. Y seguramente los gobiernos de la región invitarán a la presidenta, como hizo hace dos años Dilma Rousseff cuando recibió al Pontífice en Río de Janeiro. En la Casa Rosada también comenzaban a pensar anoche en las visitas que Francisco hará en septiembre a Cuba y a la asamblea general de las Naciones Unidas, para otros posibles encuentros.

Lo que vigiló estrictamente el Vaticano esta vez fue el tamaño de la delegación argentina. Acompañaron a Cristina Kirchner el canciller Héctor Timerman; el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, el embajador ante la Santa Sede, Eduardo Valdés; el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro; el presidente del Banco Nación, Juan Ignacio Forlón; los dirigentes sindicales Omar Viviani (peones de taxis) y Omar Suárez (obreros marítimos); los dos secretarios privados de la presidenta: Mariano Cabral y Diego Bermúdez; el subsecretario de Comunicación Pública, Gustavo Fernández Russo; el jefe de la Casa Militar, teniente coronel Agustín Rodríguez; la periodista Alicia Barrios, y su esposo, el exjuez Hernán Bernasconi.

 

No hubo aluvión de argentinos con la presidenta esta vez, lo cual terminó siendo beneficioso para la imagen del país. De todos modos, siguiendo la línea de Francisco, un real marco de austeridad hubiese incluido una comitiva todavía más pequeña.


Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO