Editorial

El factor De Vido y el aprovechamiento electoral


En medio del debate por el desafuero de Julio De Vido, en el Parlamento comienza el juego gestual de los diputados, aprovechando la cercanía electoral. No es un tema menor el de los fueros, su génesis, los alcances y cómo deben funcionar en los casos de corrupción que se vienen ventilando. 

En el bunker kirchnerista reconocen que la situación del exministro de Planificación los pone en un lugar incómodo para hacer campaña. Indudablemente que se hable en los medios una vez más el tema de la ruta del dinero K no es lo que más les conviene y culpan al macrismo de haber instigado a la Justicia para que se obtenga algún pedido de indagatoria y desafuero en estos días. 

Todo surge cuando el fiscal Carlos Stornelli pidió este martes el desafuero y la detención del exministro de Planificación del kirchnerismo por la causa Río Turbio. El oficialismo y gran parte de la oposición están dispuestos a votar a favor en la Cámara de Diputados, pero antes tiene llegar la orden del juez, Luis Rodríguez, quien debe aprobar el pedido de Stornelli. De modo que aun no hay apuro para contar los “porotos” en el Parlamento, aun cuando la prensa presenta el tema como inminente.

Pero el “factor” De Vido trajo otras consecuencias políticas: Sergio Massa y Margarita Stolbizer -acompañados de los legisladores y candidatos de 1País- anunciaron su renuncia “a todo privilegio, fueros o inmunidad” que les correspondieran en su condición de diputado o senador porque además, lo que quizá no sepa todo el mundo, es que los fueros protegen no solo a los legisladores que ocupan bancas sino también desde que son candidatos. Es decir que cuando se integra una lista ya se cuenta con esa protección, la que cesa si no se resulta electo y continúa si se logra integrar el cuerpo tras los comicios. “Vamos a la elección sin privilegios y esperamos por el bien del país que todas las fuerzas políticas hagan lo mismo”, aseguró Massa. Por su parte, Stolbizer sostuvo que “el mayor problema no es la corrupción sino la impunidad de los corruptos” e interpeló al Poder Judicial a “demostrar que no es cómplice” y avanzar en las investigaciones. Además, la líder de GEN se refirió, sin nombrarla, a Elisa Carrió, al asegurar que esta acción “deja en evidencia a aquellos que utilizan como maniobra electoral la idea de que son los únicos defensores tratando de poner a todos los demás del otro lado”.

Stolbizer apuntó también contra Carlos Menem y Cristina Kirchner: “Los fueros implican que haya hoy un senador en la Cámara que tiene condenas y una candidata que busca una curva propia para ocultar su impunidad”, disparó. 

En algo podremos coincidir todos: el Congreso no puede utilizarse como lugar de evasión de la Justicia, el Congreso tiene que volver a ser “Honorable”, adjetivo que históricamente ha acompañado la denominación de los parlamentos nacional, provinciales y municipales. Pero este anuncio de Massa y Stolbizer no es más que un gesto de un oportunismo y efectismo evidentes y que ya trajo derivaciones porque el presidente del bloque del PRO Nicolás Massot pedirá autorización al cuerpo deliberativo para imitar la medida. 

Porque otra de las cuestiones que se ventilan en estas elecciones es cuál de los dos sectores, el massismo o el macrismo, hace más gestos para despegarse de la corrupción del Gobierno anterior.

Pero dice bien Massot cuando habla de “gestualidad”, porque eso es lo que están haciendo los legisladores en medio de la campaña electoral: gestos, señales a la sociedad. Sin embargo es patrimonio de los hombres y mujeres de a pie el dar señales de acuerdo o de malestar con la situación que se vive en cada momento. En cambio es muy distinta la responsabilidad de los legisladores, que tienen la potestad de legislar, de generar leyes que le cambien la vida a la gente, que pueden tomar decisiones que modifiquen distintos aspectos de la realidad argentina. 

Siguiendo este razonamiento, si los legisladores de cualquier sector pretenden que los fueros no sean utilizados para evadir responsabilidades penales derivadas de hechos corruptos, lo que deben hacer es estudiar a fondo la ley de fueros, presentar un proyecto de modificación y lograr el consenso para que se apruebe. Si no lo hacen como corresponde, que es a través de una normativa que solo ellos pueden emitir, no se pasa más allá de lo gestual y el voluntarismo. Porque ni siquiera que lo hagan ante un escribano les da estatus legal a sus dichos y en los hechos, aunque firmen un papel, van a seguir estando protegidos por los fueros. Es decir, lo que hicieron es para la foto y con la mirada puesta en el aprovechamiento político que se pueda hacer antes de una elección, es solo eso. Si su mirada fuese más allá de los comicios hubieran seguido el camino que corresponde: elaborar un proyecto y “militarlo” para lograr los votos en el recinto, y ahí sí, mediante una ley se habría cambiado para siempre la impunidad de los legisladores. Pero lo que hicieron Massa y Stolbizer es de “tiro corto”: pasarán las elecciones y todo seguirá igual porque los fueros seguirán evitando el arresto, salvo que sean encontrados en flagrancia como dice la norma actual y no podrán ir presos por casos de corrupción. Es esta la verdad descarnada, los argentinos ya no tenemos la ingenuidad de los primeros años de la democracia recuperada y es difícil vendernos espejos de colores como si fueran joyas valiosas.

 

La ley de fueros se reforma o no se reforma, en vista a los problemas que tenemos con la corrupción pasada, este es el nudo gordiano. Por lo demás, las actividades declarativas de los candidatos en el marco de una campaña no van al hueso sino solo al efecto periodístico.


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