Editorial

El anuncio de la presidenta descolocó a los gremios opositores


N

adie ignora y la presidenta menos, que hay una clara tensión con los gremios opositores  y que Hugo Moyano con sus aliados planeaban un paro de 24 horas. 

Con marcha a la Plaza de Mayo. El primer ensayo fue en estos días cuando pararon los gremios del transporte y la Ciudad  de Buenos Aires se convirtió en un caos, porque fueron tres horas: pero justo en el horario en que los empleados van a trabajar.

Para descomprimir la tensión gremial, porque no se alza el piso del impuesto a las Ganancias, la presidenta Cristina Kirchner anunció que aquellos trabajadores con sueldos inferiores a los 35.000 pesos en bruto no pagarán impuesto a las Ganancias sobre el medio aguinaldo de este mes. Para que no crean que tomó  la decisión por la presión de Moyano y Luis Barrionuevo, aliados a los gremios del transporte, la mandataria se los dedicó a Antonio Caló, jefe de la CGT aliada al Gobierno, que venía reclamando la medida pero hasta ahora no había tenido respuesta.

Tanto quiso diferenciar al sindicalismo oficialista que calificó de amigo a Caló y lo mandó a llamar para que compartiera el escenario con ella y con el resto de los ministros del gabinete.

Cristina aprovechó el cierre de la 20ª Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), casi como un desafío en territorio enemigo, la jefa del Estado cruzó chicanas con sus anfitriones, aunque siempre en un tono amable. Lo que no quita que se hayan dicho mutuamente, empresarios y presidenta unas cuantas cosas cara a cara.

La medida beneficiará a 784.759 personas, y esto implicará más dinero circulando para las fiestas, en este sentido la decisión es muy positiva, porque los comercios sentirán el impacto del mayor poder de compra, en un momento en que el mercado interno pasa por una etapa casi recesiva.

Durante las casi dos horas que duró su discurso, Cristina Kirchner defendió la intervención del Estado en la economía y refutó los números de alarma que plantearon los empresarios sobre el estancamiento de la industria durante este año. No es difícil imaginar la cara de los industriales cuando les anuncian que el intervencionismo sigue su marcha y que la presidenta no ve la misma realidad que ellos. Más de uno se ha ido muy preocupado seguramente.

Es que desde que comenzó el cónclave, el gran debate fue el rol del Estado y su intervención en la economía. En el primer día del encuentro empresarial en el Hotel Sheraton de Pilar, entre la ministra de Industria, Débora Giorgi, y Luis Betnaza, directivo del grupo Techint, hubo durísimos contrapuntos.

Pero con la presidenta en el cierre, el debate alivió en la pasión, aunque sobraron las ironías mutuas. Todo arrancó cuando Méndez recordó que durante las tres veces que había presidido la entidad lo había hecho con un Kirchner como jefe. “Y sobreviví”, lanzó entre risas. “Con los Kirchner no solo sobrevivieron. Les fue muy bien, mi querido Héctor”, le asestó la presidenta apenas comenzó a hablar.

Cristina Kirchner aprovechó para defender la ley que regula las relaciones entre empresas y consumidores. La misma que la UIA intentará impugnar en la Justicia. Como abogada, les aconsejó esperar a que la norma se aplicara para plantear la inconstitucionalidad, porque si no lo hacían sobre un caso concreto el planteo sería abstracto. Y en eso tiene razón jurídicamente hablando.

Mientras Cristina cruzaba ironías con los industriales, en el cuarto de piso de Azopardo 802 ya se había decidido por unanimidad convocar a un paro nacional de la CGT para el viernes 12 pero cuando Cristina Kirchner anunció que exceptuarán al medio aguinaldo de la carga del impuesto a las Ganancias, la situación se les complicó.

Con la convocatoria al paro ya hecha pública, a Moyano lo tomó por sorpresa el anuncio presidencial, ya que Cristina no dejó que el anuncio se filtrara antes. Dicen que Moyano se puso nervioso porque  la mayoría de la dirigencia se había ido cuando se confirmó la noticia. Ayer y tras comunicarse con el resto de los convocantes: Luis Barrionuevo, Pablo Micheli y los referentes de los sindicatos del transporte, el ferroviario Omar Maturano y el colectivero Roberto Fernández, se podría dar por levantado el paro.

Porque, la realidad es que la UTA y La Fraternidad no estaban tan firmes con el paro e iban a regañadientes, ahora con este anuncio se echarán atrás. Y es claro que el transporte es lo que garantiza el éxito del paro.

Moyano sabe que con Barrionuevo y la CTA de Micheli como únicos aliados la huelga apenas tendrá impacto. Pero aunque no vayan al paro, irán por otras demandas: la suba periódica del mínimo no imponible de Ganancias, la inflación y el aumento de emergencia para los jubilados. Todos temas que con el anuncio de la presidenta no alcanza. Gremialistas oficialistas y opositores saben que la decisión del Gobierno es una bocanada de oxígeno, pero no la gran solución.

 

De todos modos es positivo que para estas fiestas haya más fondos para volcar al mercado interno y que cada familia pase una Navidad mejor.


Otros de esta sección...

Cuidarse del dengue

23 de Marzo de 2024 - 05:00
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO