Cada vez más enredada la causa Nisman

La muerte del fiscal de la causa Amia, Alberto Nisman, sigue envuelta en el misterio. La autopsia, prueba cúlmine porque es el cuerpo el que habla, ha dado lugar a interpretaciones disímiles y peleas. A casi cinco meses del hecho, sigue sin haber unanimidad de criterios; peritos oficiales hablan de suicidio, peritos de parte hablan de asesinato, una cuestión en la que el margen de duda no es admitible. Al menos, no debiera serlo. Sin embargo, se ha llegado a un punto en que, sin resultados absolutos sino conclusiones divididas, la Justicia valida la hipótesis del suicidio.

Esta versión es refutada por familiares y amigos, principalmente por el temperamento de Nisman y sus movimientos previos a que se lo encontrara muerto. Desde lo científico, las pruebas no acompañan su teoría. Por ejemplo, a quienes sostienen que fue asesinato se les complica explicar cómo el supuesto homicida pudo salir del baño si el cadáver estaba sobre la puerta casi cerrándola. De todos modos, este grupo apunta a que cualquier escena pudo haber sido armada o adulterada debido a una “liberación” de la zona por parte de las autoridades, que seguían de cerca al fiscal que al día siguiente se presentaría ante el Congreso para ratificar su denuncia a la presidenta y otros altos funcionarios por arreglos espurios escondidos detrás de la firma del acuerdo de entendimiento con Irán.

El manoseo sobre su figura fue otro impacto tras su muerte, las cuentas en el exterior y sus salidas con jóvenes que, al fin no hacen a la causa pero ayudaron a bajar la presión sobre la figura de un fiscal de la Nación.

Quizá todo tenga que ver con todo: servicios de inteligencia de varios países entremezclados con el nuestro, la posición del Gobierno y un oscuro personaje, Diego Lagomarsino, que llevó al fiscal el arma que le produjo la muerte y que no terminamos nunca de saber qué papel cumplió.

Independientemente de que haya sectores que se consideran satisfechos con la versión del suicidio y otros que no van a cesar en su defensa del asesinato, la inoperancia de peritos, policías y fiscales es escandalosa. Por lo menos en cuanto a este punto, a todos nos queda abierto un margen de duda respecto de la fiabilidad de los procedimientos. 

El video oficial del operativo en la casa de Nisman emitidos en el programa Periodismo para Todos es bochornoso:  peritos con guantes y otros sin guantes, había un grupo importante de gente en el baño, incluso la fiscal Fein sin querer estaba pisando una de las manchas de sangre. Otros limpiaban el arma con papel higiénico y manchaban de sangre el cargador y las balas que estaban limpias. Y las apoyaron en el bidet manchándolo a su vez de sangre ¿Qué huellas se van a tomar así? 

Una falta de eficiencia que ni a propósito hubiese salido tan mal.

Todo lo hasta ahora trabajado ha sido sobre la prueba de lo hallado en el baño con todas las irregularidades ya mencionadas y otro montón más. Además está la prueba informática, de la que aun no hay dictamen definitivo; hubo versiones encontradas y conflictos, si alguien había ingresado a la computadora de Nisman con acceso remoto, si la habían prendido manualmente después de la muerte y hasta el hallazgo del cadáver. No olvidemos que Lagomarsino es técnico en computación y por eso debió ir varias veces a declarar.

Ahora se sabe que en este lapso se conectaron tres pendrives, elemento que es útil tanto para agregar información a la computadora como para copiar su contenido. También se comprobó que la mañana del domingo 18 de enero, cerca de las 8:00, la computadora personal del fiscal Nisman se conectó a Internet; revisó tres diarios y su correo electrónico, pero además entró en Google y buscó una palabra, una sola: “psicodelia”. No se sabe por qué.

Doce horas después, cuando todos los peritos coinciden en que Nisman ya estaba muerto, su notebook registró otra entrada. Ese ingreso, de las 20:07 (dos horas antes del hallazgo del cuerpo), desconcierta aun más a quienes trabajan en el caso. Para investigarlo, planean hacer pruebas con una computadora igual a la Samsung de Nisman. Quieren saber qué grado de vulnerabilidad tiene y determinar si el horario del registro pudo haber sido adulterado, informó la fiscal Viviana Fein. En paralelo, envió un exhorto a la sede de Google para pedir datos sobre esa rara búsqueda de la mañana.

Según los resultados preliminares del peritaje, quien ingresó en la PC de Nisman a las 20:07 le introdujo tres pendrives y provocó una alteración en los documentos. Además, sospechan que borró información.

¿Para qué ingresar a la computadora de un muerto? Para saber lo que tenía y borrar lo que no conviniera es la primera deducción de quienes no estamos dedicados a la investigación pero aplicamos el sentido común.

Lo que desorienta más a los investigadores es que ambos ingresos serían in situ. Si se confirma que el horario del registro no se fraguó, entonces alguien debió haber estado en el departamento de Le Parc cuando Nisman estaba ya muerto, mientras su madre intentaba entrar. Todo un riesgo para quien lo haya hecho, porque inmediatamente después debió esconderse o mezclarse entre quienes ingresaron al departamento. En esta hipótesis no podría haber sido Lagomarsino porque luego hubiera sido reconocido.

La información informal que recibió la fiscal Fein es que es difícil pensar en que esos accesos puedan haberse hecho a la distancia, incluso por gente que contara con una tecnología de enorme sofisticación y altísimo costo en cualquier lugar del mundo. No obstante, ella espera más datos antes de descartar cualquier hipótesis. Incluso esa.

Por ahora, todo es un misterio y los investigadores dicen que no pueden evaluar la entidad de lo descubierto en la PC.

Lo que Fein hizo fue desmentir a través de los medios el informe de Periodismo para Todos respecto a las irregularidades en el operativo en la casa de Nisman la noche de su muerte. Básicamente aclaró que, para nuestra intranquilidad, esa es la manera en que se realizan todos los operativos. Es decir, sin el más mínimo cuidado. 

A su vez generó nuevas expectativas al adelantar que “la pericia criminalística va a ser muy importante”. Este estudio sobre la investigación informática estará terminado el martes de la semana próxima. Para entonces, la fiscalía espera contar con cruces de llamadas que aún no están terminados y con la respuesta del oficio a Google y otro enviado a Yahoo!, por la cuenta de correo personal de Nisman.

Si está el Gobierno de algún modo involucrado, o servicios de inteligencia propios o extranjeros o si en verdad se suicidó, ¿lo sabremos alguna vez?