Editorial

25 de Mayo, apenas el inicio


Las fechas patrias no solo nos rememoran hechos históricos que van marcando nuestro ser nacional desde pequeños sino, que en una visión más profunda de su significado, podemos de-sentrañar y dimensionar lo que cada etapa significó en la conformación de nuestra república, qué lugar ocupó finalmente cada hecho en la historia. 

Cuando la historia comenzó a estudiarse con un nivel científico más de-sapasionado (para lo cual es necesario una distancia de tiempo prudencial de los hechos), pudimos comprender, al fin, la importancia que tuvo un 25 de mayo como hoy, pero de 1810. No fue el día de la independencia, que en realidad se produjo un 9 de Julio de 1816, sino tan solo –y no es poco- el inicio del movimiento popular que marcaría el rumbo de la libertad de España. La proclama de los paraguas en la plaza mayor de Buenos Aires (que los meteorólogos dicen que ni siquiera llovió ese día), fue sencillamente eso, una proclama, pero nada menos tampoco. Aquel día se definió un nuevo destino para nuestro país y desde ese punto de inflexión se sucedieron otros hechos que se enmarcaban en esa hoja de ruta.

La asfixia política y económica a que nos sometía la corona española; el comercio “negro” con Inglaterra para sobrevivir; los conflictos europeos que nos llevaban a quedar bajo dominio francés, una vez que España fue invadida, todo condujo al hartazgo de los criollos. Y así nació aquel 25 de mayo, peticionando la emancipación, iniciando un camino que no sería fácil. Quienes enarbolaron aquellas banderas y quienes los acompañaron con su presencia en los actos públicos, como el cabildo abierto, posiblemente ansiaran una respuesta inmediata a sus demandas, un cambio notorio de su realidad, pero no fue así y muchos de ellos ni siquiera verían los resultados de aquellas gestiones. Eso no las convierte en un fracaso ni a sus protagonistas en inútiles; simplemente en la vida de una nación, hay cosas que llevan su tiempo para verlas concretadas. Lo importante es tener en claro qué es lo que se quiere y encolumnar todas las acciones hacia ese fin. Esto fue así ayer (aunque ahora su repaso sea un breve compendio) y es así hoy.

Al fin, después de ese momento en que se decidió dejar de ser colonia hubo que guerrear con España para obtener la independencia. Y tampoco entonces fue el fin del objetivo, porque una vez lograda esa libertad (en 1816), había que organizar una nación, entre sectores que, como es natural, tenían ideas encontradas respecto del destino de la Patria. En medio de tanto dolor, no habrá faltado quien se planteara si al fin había valido la pena la emancipación; hoy sabemos que totalmente valió la pena. Igual que pasa hoy, cuando quienes votaron a Macri ansiando un cambio, se ven inmersos en una economía adversa y se cuestionan si fue un acierto o antes estaban mejor.

Luego de 1816, tras dejar oficialmente de ser colonia, nuevas guerras, ahora fraticidas se sucedieron para lograr dar otro paso adelante: Buenos Aires, la Confederación, la problemática de la ciudad puerto, unitarios y federales. 

Tanto que recién en 1853 logramos lo que debió ser la piedra fundamental de la nueva república: nuestra primera Constitución de la Nación Argentina. Casi medio siglo llevó el proceso iniciado el 25 de mayo de 1810 por el cual, de una colonia se llegó a una Patria. Sangre derramada, primero contra los españoles, después entre hermanos criollos. Algunos habrán pensado que, al fin, la independencia nos había traído más guerras que soluciones. Es que solemos caer en el error de creer que la línea histórica empieza y termina en la etapa que nos toca vivir. Y no logramos darnos el valor real que tenemos en el curso de la historia, en la que sencillamente somos una pequeña parte del proceso. Eso fueron aquellos del 25 de mayo de 1810, que fueron importantes porque dieron el primer paso hacia una república libre e independiente, para terminar con una carta magna -que en aquellos años era de las más evolucionadas del mundo-, elaborada por otros, recién 43 años después.

La actualidad de nuestro país, 207 años más tarde nos encuentra en otra etapa de nuestra evolución, a la que llegamos con las marchas y contramarchas que la Argentina registra en su historia. Y eludiendo el sentido fundacional, con el que muchos de nuestros políticos elaboran sus discursos creyendo que son los elegidos para refundar nuestro país, atravesamos una etapa de cambios.

En la última elección se votó por un nuevo camino a transitar, eso es lo que eligió el pueblo mayoritariamente, como nuestros antepasados en la plaza. La meta propuesta es un país plenamente desarrollado, serio y previsible. Seguramente no lo veamos en nuestra generación, eso lo tenemos que asumir. Nos tocó este momento de la línea histórica que jamás se detiene y una vez decidido el rumbo, nuestro rol y el de nuestros dirigentes y accionar en esa dirección, que cada paso que se dé persiga ese objetivo.

En una nación donde la grieta parece haber nacido junto con la Patria, no podemos aseverar que el camino iniciado llegue al punto esperado sin sobresaltos, de hecho los estamos teniendo. Del mismo modo que los tuvieron los patriotas a cada paso desde 1810 hasta 1853 en que se logró el objetivo. La democracia –que es el mejor sistema político que conocemos en todo occidente- está llena de atajos y peligros de torcer los rumbos elegidos en una etapa, para comenzar con otras opciones que nos hacen zigzaguear cuando no retroceder. 

No es casual que siempre estemos “en vías de desarrollo”, son los cambios de rumbo que nos han ido llevando a explorar opciones que, al fin, no nos daban ningún resultado. Tampoco hemos sido consecuentes en la búsqueda de objetivos definitivos. 

 

El camino elegido en las últimas elecciones no está exento de sacrificios, como está a la vista; de la enorme grieta que nos separa a los argentinos, como huelga decir y probablemente los resultados esperados al final del camino nos excedan en el tiempo histórico que nos toque vivir, pero alguna vez había que iniciarlo y veremos qué nos depara el futuro, pensando en términos de república y no en la simple individualidad y nuestro paso cotidiano, el que debemos cuidar, sin dudas, pero sin dejar el objetivo central.


Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO