Un panel de tres jueces escuchó a las partes por una apelación presentada por el organismo rector del sistema financiero argentino, tras la acusación de EM y NML que argumentaron que la autoridad monetaria es un alter ego del Estado.
Buenos Aires, (NA) - El Banco Central defendió su postura ayer en una audiencia llevada a cabo en Nueva York, donde rechazó la posibilidad de que las reservas puedan ser embargadas, como volvieron a reclamar los fondos buitres, que argumentaron que la autoridad monetaria es la alcancía del Gobierno.
Un panel de tres jueces escuchó a las partes por una apelación presentada por el Central, tras la acusación de los fondos especulativos respecto de su independencia.
Es que tanto el fondo EM como el NML argumentaron nuevamente que el Banco Central es un alter ego del Estado argentino, lo cual fue refutado por los abogados de la entidad, que sostuvieron que no se consideraron evidencias para hacer esa acusación.
Anteriormente, los fondos en su búsqueda de activos para cobrar la sentencia habían convencido al juez neoyorkino Thomas Griesa de que la entidad no era independiente del Gobierno, por lo que podría ser objeto de embargo.
A raíz de ese fallo, el Bcra apeló y su abogado Joseph Neuhaus rechazó los argumentos de los fondos, entre ellos, el que aseguraba que el Gobierno controla todas las actividades diarias del Central y remueve directores no alineados con su ideología.
Otro de los abogados de Argentina, Carmine Boccuzzi, señaló que la acusación de insuficiente independencia no es sinónimo de alter ego entre la autoridad monetaria y el Gobierno.
Por su lado, el letrado de NML Capital, Ted Olson, insistió en que la administración de Cristina Kirchner reemplaza a cualquier responsable que se niegue a hacer lo que Argentina quiere.
En 2011, ese mismo tribunal había determinado que la inmunidad de los activos del Bcra no dependía de la independencia del Estado, sino del uso de los activos para actividades inherentes de un banco central o fines comerciales.
Con esa argumentación había rechazado un embargo de 100 millones de dólares de reservas de la autoridad monetaria en las cuentas de la Reserva Federal estadounidense en el Bank of New York.